lunes, 27 de julio de 2009



LA RASPA Y LA MAR

Todo tiene su principio acompañado por su final.

Desde la raspa que nos encontramos ahora, estancados, esbozando un nuevo rumbo, el cual se antoja bastante lejano, comenzamos nuestro peregrinar, pero este arduo camino, no dista tanto en lo que una vez fue, a lo que se ha convertido a día de hoy, tan solo el sentir de un nuevo aire que nos hace comprender, que estamos solos en este recorrido.
Hoy empieza todo, alguien decía, todo empezó con la primera bocanada de aire que nos penetra al nacer, y cada día vuelve a comenzar, ese sentir, al abrir los ojos, volvemos una vez más, a estar ahí, ocupando nuestro lugar, que algún día alguien se encargara de suplantar, pero ese día tardará en llegar.
A día de hoy, debemos empezar desde abajo, poco a poco, como cual arquitecto esboza su proyecto, desde el más mínimo concepto de la idea, hasta lograr no sin sufrimiento su obra, echa hormigón, acero, vidrio, metal.
Nosotros pues, debemos forjar a golpe de momentos, sentimientos, nuestra obra maestra, la cual jamás se podrá estrenar, dado que nuestra vida no es mas que un continuo ensayo, donde no alcanzamos la perfección, para ser estrenada.

La idea es poder construirnos a nosotros mismos, partiendo de la insignificante espina en la que nos hayamos convertidos, nuestra meta principal no es alcanzar el mar, si no mas bien, en como alcanzarlo, y que saquemos de todo ello, no me atormenta la idea de no alcanzar algún día el mar, puesto que esa no es la esencia de este viaje, ahora no valen tormentos y miedos, es la hora, el momento único para empezar a desarrollar la idea, que siempre ha estado latente dentro, y anda gritando y luchando por salir, y demostrar al mundo que siempre ha estado ahí.

Alshu Llanfer.

1 comentario:

  1. Recordar lo pequeño que somos y la lucha constante que tenemos que afrontar en la esencia del crecimiento diario, muy buen escrito lleno de reflexión

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