A un paso del abismo que se presenta ante mis pies, en este mar helado, puedo sentir como mi pulso se acelera hasta asustarme, el cristal de mi escafandra se empaña, con el aliento entre cortado que desprendo al ver lo que me ofrece la oscuridad del mar. Dos luces brillantes se acercan hasta mi posición, inmóvil, por el pánico que se apodera de mis extremidades inferiores, doy cuenta que tal vez mi hora esta mas cerca que nunca, las luces se acercan hasta poder descubrir que pertenecen, a una cara, fina, liquida, me mira con la inquietud como quien mira algo extraño, en un extraño sonido me susurra que me desprenda de mi escafandra.
-Si lo hago dejare de respirar y moriré.
-Tan solo los cobardes se esconden tras su escafandra, los valientes asumen el riesgo de mostrar su verdadera identidad sin alcanzar a evaluar los riesgos que ello conlleva.
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